¡A mí lo mío!

Esta es una frase muy popular y que en un momento fue usada como slogan publicitario por una marca de cigarrillos de nuestro país como forma de elevar el nacionalismo ante la entrada de una marca extranjera, no tenía nada que ver con patriotismo sino con mercantilismo.

Mirándolo bien lo que se resume en ella es el egoísmo particular que casi siempre ponemos por delante ante cualquier situación y que saben usar muy bien los políticos, que aunque no la dicen, la muestran a la perfección con sus acciones.

En este año electoral eso lo estamos viendo a diario y conjuntamente con la frase que titula nuestro comentario es dable utilizar la que creó hace unos años el banilejo Abigaíl Soto: “es mejor arriba con presión que abajo con depresión”.

No es necesario identificar a nadie con estas frases, ni tampoco anatematizar, porque desde siempre así ha sido el accionar político, pero no tan sólo de los que se dedican a esa ciencia, sino también de los que económicamente invierten en ella y que lo hacen con una frase en su mente ¡a mí lo mío!