¡Como quiere Dios!

La celebración de un cumpleaños siempre está regida por las normas que trazan los padres del niño que se va a agasajar o si es un adulto de la forma en que él quiere hacerlo y si usted es invitado debe llevarse de estas condiciones.

La Navidad no es otra cosa que la recordación y celebración del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, y las normas para su festejo, están dictadas desde lo alto, dicha a los pastores: Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra paz a los hombres en quienes El se complace.

La Iglesia tiene unos actos para que la celebración de este cumpleaños sea lo más cerca posible de esas reglas, pero como sucede en las fiestas, hay muchos invitados que no le hacen caso y lo hacen a su manera.

En ninguna de las normas habla de desenfreno, de gula, dealcohol y de otras drogas ilegales, pero Dios en su infinita bondad al crear al hombre le dio completa libertad para elegir entre lo bueno y lo malo, y orienta sobre eso, pero no obliga.

Ahora que nos preparamos para recordar el más grande de los nacimientos, el que cambió la historia de la humanidad, seamos respetuosos con la invitación y celebremos ¡como quiere Dios!