¡Con una piedra en el zapato!

Hay quienes dicen que es preferible caminar descalzo y no con unos zapatos que tengan algo adentro o que nos aprieten, cuando esto sucede no hay forma de caminar un trecho por más pequeño que éste sea.

No existe en la actualidad, ningún país en todo el mundo que no tenga una preocupación que le impida caminar con tranquilidad, tal vez no sean problemas de índole económica o de servicios por su condición de desarrollado, pero uno más severo tiene.

Nosotros, pequeño país ubicado en una isla compartida con otro pueblo, en la región del Caribe, tenemos sin lugar a dudas un buen desempeño, aunque todavía nos agobian unos problemas que de tanto durar, ya son ancestrales.

Estamos llenos de alegría por la celebración del período navideño, que entre nosotros significa recibir un doble sueldo y en ocasiones, otros, como bonificación por el desempeño, tanto de la empresa, como del empleado, pero esta alegría nos la hacen difícil los delincuentes.

Se implementan programas de seguridad y se aumentan las previsiones, pero ellos también se inventan nuevas modalidades, es lo de nunca acabar, es cuestión de seguir luchando, de seguir caminando, aunque ¡con una piedra en el zapato!