¡Dios con nosotros!

No importa que religión usted profese ni cual sea su forma de pensar ya que desde la creación han existido los paganos, los ateos, los creyentes, los fanáticos, los comerciantes de la fe y todo tipo de personas, lo que sí está claro es que, para las religiones mayoritarias de la actualidad, la Biblia es la guía a seguir, de ahí extraemos el salmo cuarenta y cinco apropiado para estos momentos.
Dios es para nosotros refugio y fortaleza, un socorro en la angustia siempre a punto. Por eso no tememos si se altera la tierra, si los montes se conmueven en el fondo de los mares, aunque sus aguas bramen y borboten, y los montes retiemblen a su ímpetu.
(¡Con nosotros Yahvéh Sebaot, baluarte para nosotros, el Dios de Jacob!)
¡Un río! Sus brazos recrean la ciudad de Dios, santificando las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella, no será conmovida, Dios la socorre al llegar la mañana. Braman las naciones, se tambalean los reinos, lanza él su voz, la tierra se derrite.
(¡Con nosotros Yahvéh Sebaot, baluarte para nosotros, el Dios de Jacob!)
Venid a contemplar los prodigios de Yahvéh, el que llena la tierra de estupores. Hace cesar las guerras hasta el extremo de la tierra; quiebra el arco, parte en dos la lanza, y prende fuego en los escudos. ¡Basta ya; sabed que yo soy Dios, excelso sobre las naciones, sobre la tierra excelso!
(¡Con nosotros Yahvéh Sebaot, baluarte para nosotros, el Dios de Jacob!)