Cada veintisiete de septiembre tenemos dos conmemoraciones importantes el Día Mundial del Turismo, que este año tiene como lema, el turismo sostenible como instrumento de desarrollo y el Día Nacional de la Biblia.
En nuestro país la actividad turística se ha convertido en la mayor fuente de generación de divisas y de empleos, además de ser el mayor consumidor de los productos agropecuarios y por tanto la gran generadora de ingresos para los productores del campo.
Hay que reconocer al fallecido Angel Miolán, como el iniciador y gran propulsor del turismo en nuestro país, cuando ocupó ese cargo en uno de los primeros gobiernos de Balaguer. La gente llegó a burlarse de sus sueños ya que él pregonaba que nos visitaría un millón de turistas en ese entonces y como no llegábamos a tan importante suma, acuñaron la sarcástica frase: ¿y los turistas dónde están? En la mente de Miolán. Hoy sobrepasamos por mucho esa cantidad.
El Día Nacional de la Biblia se celebra en nuestro país desde 1984 instituido por la Ley 204-84, gracias a los afanes de un pastor evangélico de San Pedro de Macorís quien sugirió esta propuesta que fue aceptada por el Congreso Nacional.
República Dominicana es el único país que tiene una fecha establecida por ley para esta celebración, además de que en su Escudo tiene una Biblia abierta en el capítulo 8 versículo treinta y dos del Evangelio de San Juan, lo que indica que el Libro Sagrado está presente desde el mismo nacimiento de la República.
El turismo en nuestro país es como si dijéramos la niña bonita de las actividades comerciales y la Biblia es para nuestras almas y vida la gran orientadora, por eso nos alegra que cada veintisiete de septiembre tengamos en lugar de una ¡Dos celebraciones especiales!