Las altas autoridades de la Iglesia Católica en todo el mundo, que encabeza el Sumo Pontífice, tienen como norma expresar sus opiniones a través de cartas pastorales y el Papa con sus encíclicas.
Los obispos dominicanos acaban de dar a conocer su primera carta para este año con motivo del día de Nuestra Señora de la Altagracia y en la misma reiteran su condena a la violencia que se vive en el país.
Expresan su preocupación por la inseguridad ciudadana, la criminalidad y la corrupción administrativa, además por la situación de la Justicia y el aumento de la desigualdad social, deplora que la corrupción prive a la población de recursos que servirían para el beneficio colectivo.
La voz de la Iglesia siempre se ha hecho sentir y en todos los gobiernos que hemos tenido ha sido un bastión en defensa de los principios morales y éticos y las pruebas están presentes en nuestra historia.
Es lamentable que todavía tenga que expresar ese tipo de preocupación pero a la vez es estimulante el saber que poco a poco hemos ido eliminando algunos de nuestros ancestrales problemas, naturalmente, quedan, pero existe el interés colectivo de acabarlos.
Nos sumamos a las preocupaciones de ¡el episcopado dominicano!
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