Debido a la subida de precios en los alimentos y productos de la canasta básica, nos hacemos eco del editorial de este día del vespertino El Nacional.
El ministro de Agricultura ha asegurado que el precio del arroz se va a mantener invariable porque la producción es suficiente para abastecer el mercado, pero es fácilmente comprobable que en no pocos colmados y supermercados ese alimento se expende a sobreprecio.
Ha sido la misma historia del pollo, cuyo precio se disparó de 50 a 70 pesos la libra, por lo que para detener el alza incontenible el Gobierno tuvo que adquirir directamente a los productores seis millones de unidades para distribuirlas a los consumidores al precio original.
El ministro Limber Cruz López apuesta a la próxima cosecha de arroz que adelanta sería la mejor de los últimos diez años, lo que unido al cereal almacenado abastecería plenamente la demanda nacional por lo que no habría motivos para que se produzca el indeseable incremento de precios.
No se niega que se han incrementado los costos de insumos usados por las industrias arrocera y avícola, pero en el caso del arroz, tales aumentos no afectan las reservas de cosechas anteriores ni a la venidera, por lo que cualquier alteración de precio raya en la especulación.
En bodegas de sectores de clase media alta la libra de arroz se expende hasta a 40 pesos la libra y en barrios populares aumentó desde 18 y 20 pesos a $30 y $35, aunque el ministro proclama que “la población puede estar tranquila, porque no aumentará el arroz”.
El Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos y Centroamérica (DR-Cafta) consigna que a partir de 2025 las importaciones de arroz y pollo subsidiados ingresarán libre de impuestos desde Estados Unidos y otros destinos, lo que significará el despeñadero para el sector arrocero y la avicultura dominicana.
Asociaciones agropecuarias reclaman del Gobierno que promueva una especie de rectificación técnica en ese tratado a los fines de prorrogar la fecha de ingreso al mercado nacional libre de arancel de productos agrícolas y pecuarios procedentes de Estados Unidos porque provocarían la quiebra de sus pares nacionales.
Con un futuro cercano tan incierto para el arroz y el pollo, las autoridades deberían recomponer estrategia de producción y financiamiento para consolidar eficiencia y estabilidad de costos en la comercialización de arroz, pollo y huevos, alimentos esenciales de la canasta alimentaria. La especulación es o debe ser absolutamente inaceptable.