En la política, como en casi todas las actividades de la vida lo importante es sumar: voluntades, ahorros, adeptos, etc. por eso llama la atención el anuncio hecho por las iglesias de que identificarán a candidatos que son partidarios de los abortos y pro gays.
En cuanto a los abortos la situación es más delicada porque entran consideraciones de otro tipo en comparación con las de los que prefieren tener sexo con los de su mismo género, que ya es otro cantar.
Desde hace un tiempo, cuando comenzó aquello del orgullo gay, se ha venido produciendo un destape tal, que no produce ningún asombro que una personalidad destacada en cualquier ámbito de la vida, declare su preferencia y anuncie su romance con uno de su mismo sexo.
En diversos países del mundo, hemos visto a candidatos ganar elecciones porque hábilmente han buscado el voto de aquellos que tienen esa preferencia sexual y no olvidemos la anécdota sobre aquel comando en la Revolución Constitucionalista del 65, que según cuentan, proclamaban: no somos machos, pero somos muchas.
Habría que ver si esa supuesta lista le hará daño o bien a los candidatos identificados, porque una persona se siente más segura con alguien a quien le provoca simpatía, además en política ¡hay que sumar!