Este veinte y cinco de febrero se cumplen doscientos años del nacimiento del prócer de la Independencia y la Restauración, Ramón Mella, uno de los tres padres fundadores de la patria y paradigma militar y civil.
Para conmemorar este bicentenario se han programado muchas actividades que también van enmarcadas en los actos correspondientes al Mes de la Patria, para nuestro comentario de hoy, hemos considerado prudente presentarles los versos del Himno a Mella escritos por Ramón Emilio Jiménez en el entendido de que quizás muchos no los conozcan.
No fue nunca la divisa del instinto de matar, ni fue el rígido instrumento de la fuerza militar provocando las groseras ambiciones de Poder. Fue tu espada la divisa del honor y del deber.
Fiel discípulo de Duarte, comprendiste el ideal y sirviendo los destinos de la causa nacional, disparaste tu trabuco, que rugió como león, despertando las conciencias y clamando redención.
La Bandera fue tu culto, la Bandera fue tu altar, y dijiste: cuando vaya para siempre a descansar, que ella envuelva mi cadáver. Y moriste con honor en los brazos siempre abiertos de la enseña tricolor.
Y después, cuando quisieron recoger de la fosa tus cenizas venerandas, un milagro pudo ser. Encontraron la Bandera, la Bandera tricolor, reviviendo en sus matices la grandeza de tu amor.
La música para estos versos fue compuesta por Julio Alberto Hernández, es una magnífica obra que aunque es cantada solamente en días como este, nos llena de orgullo a todos los dominicanos cuando lo escuchamos, el ¡Himno a Mella!