Siempre se ha dicho que nuestro país está regido por dos pes: política y pelota, y no hay porqué negarse a admitirlo, de la misma manera que somos bullangeros con la pelota, también con la política, y aparentemente les damos el mismo tratamiento.
Cada once de enero después del 1948, lamentamos y conmemoramos la tragedia deportiva más grande que ha sufrido nuestro país, el accidente aéreo que costó las vidas de los integrantes del equipo de béisbol de Santiago que reunía parte de las más grandes figuras de la época y de siempre.
Loro Escalante, Bombo Ramos, Pedro Báez (Grillo A), Papito Lucas y varios más, sólo escapó de la muerte Enrique Lantigua (El Mariscal) porque no llegó a tiempo a abordar el avión ya que se quedó compartiendo con unos amigos y el avión partió sin él, hacia un destino fatal.
La historia de los países está llena de situaciones alegres y tristes que son motivo de recordación para las generaciones que las vivieron y para las siguientes porque esa es la función de los seres humanos, vivir y recordar lo vivido.
En este día nos unimos a los actos de recordación a los peloteros fallecidos en ¡la tragedia de Río Verde!