El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de la Meningitis. Tradicionalmente se ha celebrado el 24 de abril de cada año, pero a partir de 2022, la Confederación de Organizaciones de Meningitis (CoMO) hizo un cambio de fecha al 5 de octubre, para conseguir el apoyo de la OMS. En la actualidad están trabajando para que se reconozca como un día oficial de salud.
La meningitis es una enfermedad de suma gravedad, que afecta la medula espinal y las membranas del cerebro causando graves lesiones, discapacidad y en algunos casos, hasta la muerte. Es una enfermedad infecciosa que ocurre por la aparición de un virus o bacteria en el organismo que causa una inflamación severa en las meninges.
Este padecimiento puede ser causado por otros agentes como los hongos o la aparición de lesiones tumorales o el cáncer. Si no se controla a tiempo, puede producir daño cerebral e incluso la muerte.
Lo más común, es que la meningitis aparezca en las primeras etapas del desarrollo infantil, sobre todo cuando los niños no son vacunados en el período estipulado de los primeros seis años de vida, sin embargo, la enfermedad puede ser trasmitida a cualquier edad, por algunos agentes contagiosos como son:
En los niños, puede ocurrir por trasmisión de algún contagio a través de la mucosa de la boca o la respiración.
En la población joven o adulta, puede ocurrir por medio de la tos, el beso o ingerir alimentos o bebidas que hayan sido tocadas por una persona infectada.
La manera más adecuada de prevenir la meningitis es a través de las vacunas. Esto ayuda a combatir la bacteria llamada meningococo tipo A y C y el neumococo y que neutraliza su aparición en el organismo y en caso de aparecer, mata la bacteria.
Por lo general esta vacuna es aplicada en niños a partir de los primeros meses de vida. Es suministrada en varias dosis. Causa algunos síntomas leves y no puede ponerse si el menor presenta fiebre.
El problema real de la aparición de la meningitis, es que muchas personas no saben detectar a tiempo los síntomas que la producen y cuando ya la enfermedad está presente, a veces es demasiado tarde para el paciente.
En este sentido, saber reconocer estos síntomas es de vital importancia, sobre todo, en la población infantil, que es la más vulnerable en la mayoría de los casos. Como se propaga de manera rápida, las primeras horas de atención y tratamientos, son cruciales.