El gobierno acaba de quitar el subsidio que otorgaba a los empresarios del transporte por medio de millones de galones de gasoil desde la época en que el precio del barril de petróleo superaba los USD$100.00.
El gobierno buscaba con este subsidio que los precios de los pasajes a los usuarios no fueran aumentados ni tampoco el transporte de cargas para que los alimentos se mantuvieran a un costo asequible a la población.
Ninguna de esas pretensiones pudo lograrse a cabalidad, pero el gobierno lo mantenía, por el chantaje y las amenazas de los llamados sindicatos de choferes de paralizar el país, lo mismo que anuncian en este momento al conocer la suspensión de ese beneficio.
La población ha recibido con beneplácito que se les quitara el subsidio a los choferes, no tan solo porque nunca recibió lo que procuraba el gobierno en cuanto a los precios del pasaje, sino porque lo entendía una especie de preferencia a un determinado sector.
De manera que lo que ahora se escucha en todos los ambientes, son las voces que dicen ¡Muy bien hecho!