¡Nada que hacer!

En todos los países del mundo, los carnavales se celebran antes del Miércoles de Ceniza que da inicio a la Cuaresma, menos en el nuestro, que precisamente comienzan y siguen durante todo ese período religioso y más allá.

La Cuaresma recuerda los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto en ayuno y meditación para dar inicio a su labor salvífica, y también recuerda los cuarenta años del pueblo judío en su tránsito a la tierra prometida, al salir de la esclavitud.

La Cuaresma es un tiempo de reflexión, de cambio espiritual y personal, de un arrepentimiento, de muerte y resurrección y por eso los carnavales que son desenfreno, se terminan al llegar la Cuaresma, menos aquí.

La Iglesia Católica dominicana lleva años propugnando por que se cambie esa situación, pero de nada ha valido, gobiernos vienen y gobiernos van pero en lo que se refiere a esa petición todo sigue igual.

Hay años en los que no vemos esas opiniones de la Iglesia y esto nos pone a pensar que tal vez hayan pensado que es un imposible, que no hay ¡nada que hacer!