Desde que el Presidente Leonel Fernández salió del poder el 16 de agosto del 2012, toda la oposición se lanzó como fiera a atacarlo sin misericordia porque entendía que sería el candidato del PLD para el 2016, debido a que la Constitución consignaba la no reelección presidencial.
Se pasaron todo el tiempo denostándolo y alabando todo lo que hacía el nuevo Presidente, que llegó con un estilo muy particular rompiendo esquemas tradicionales y acercando el Gobierno al pueblo llano, a ese que sólo se busca en las campañas.
Transcurrieron unos dos años y cuando ellos vinieron a darse cuenta, el que ellos creían que sería, no iba a ser, y aquel que ellos aupaban pensando no podía, es el que va a ser, y de una manera tal, que será apoyado por casi todos los partidos reconocidos.
Ahora el pequeño reducto que se mantiene como oposición ha comenzado a criticar todo lo que antes lisonjeaban y quieren borrar lo que el pueblo ha validado y que contribuyeron a destacar, pero parece que las habichuelas se les quedaran duras por falta de tiempo.
¡Ah!, lo que sucede es, que como en el cuento de Juan Bosch estuvieron persiguiendo al toro que no era y los días están muy cerca de las elecciones y han tenido que comenzar a cambiar la estrategia, porque ahora si que estamos en ¡una verdadera campaña!
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