Parece un contrasentido, porque todo lo que nos brinda son facilidades en todos los aspectos, tanto en la comunicación telefónica, televisiva, de transportación, de todo lo que hacemos en nuestra vida diaria, pero hemos llegado a un punto de que sin ella, casi nada podemos hacer.
Son inconmensurables los beneficios que nos aporta y por esa razón nos hemos acostumbrado con facilidad a su manejo a través de las computadoras y los celulares, sin pensarlo nos hemos hecho adictos a la internet, esa red mundial que tiene de todo y para todos.
Pero esa es una adicción tan poderosa, que si nos vemos desconectados por algún fallo en el servicio que nos brinda la compañía a la cual estamos afiliados, sentimos como si el mundo nos cayera encima.
Hay quienes tienen su trabajo totalmente ligado a una conexión de internet y cuando esta falla, no le queda de otra, que sentarse a esperar la llegada de los técnicos, que nunca es con la rapidez deseada, o a rabiar en silencio.
Pensamos que somos los únicos cuando eso nos pasa, pero por la cantidad de conexiones, es claro, que no es así, que podríamos ser muchos los afectados, pero queremos ser los primeros en volver a estar conectados y volver a la vida.
Hay que reconocerlos hemos sido ¡vencidos por la tecnología!
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