¡…y al prójimo como a ti mismo!

A solicitud del Movimiento Familiar Cristiano, en el año 1971 el Poder Ejecutivo por medio del decreto 1656 designó a noviembre como el Mes de la Familia, para la formación integral de la familia con el propósito de que estas sean formadoras de personas educadoras en la fe.
La situación de descomposición que vive el mundo de hoy es un reflejo fiel de la disolución que se ha venido produciendo poquito a poquito del concepto de familia y el vivir en familia con amor y respeto, que con el aumento de los divorcios ha quitado la educación hogareña.
La comunicación entre padres e hijos se ha ido perdiendo y el ambiente en el que crece un niño o niña lo va repitiendo según vaya este creando su propia familia y así vamos en una espiral sin fin que está provocando una vida sin amor en todo el mundo.
Después de haber celebrado en los primeros dos días de este mes las festividades religiosas de Todos los Santos y los Fieles Difuntos que nos ayudan a pensar en lo que nos espera es importante recordar la enseñanza de Jesucristo para que podamos retomar el camino y hacer de nuestro entorno un mundo mejor: Amarás al Señor, tu Dios, con todas tus fuerzas ¡y al prójimo como a ti mismo!